La calle Centenario se constituye como el eje fundacional de Chonchi, que ha estructurado la ciudad desde su origen como “pueblo de indios” a mediados del siglo XVIII.
A diferencia de la mayoría de los poblados que surgieron con las misiones de los jesuitas en las cercanías del bordemar, la capilla de Chonchi se ubicó en una meseta superior, un tanto alejada de la costa, estableciéndose con ello un eje longitudinal que relacionaba la explanada de la iglesia y el embarcadero. En este eje ascendente – la calle Centenario – se fueron congregando las principales edificaciones, configurando con el paso de los años una calle en pendiente en la que se reconocen 3 niveles claros, de lo cual surgió el nombre de “Ciudad de los tres pisos”.
Dichas edificaciones fueron en su mayoría de dos o tres niveles, y se usaron por lo general como vivienda en los pisos superiores y como comercio en el primer nivel. Esta condición se mantiene hasta el día de hoy, aunque con una considerable disminución de la superficie utilizada, quedando algunos inmuebles abandonados en su totalidad.
Los edificios de mayor valor arquitectónico de la calle Centenario fueron construidos en una época de apogeo económico y comercial de Chonchi, que se dio principalmente por la explotación del ciprés de las Guaitecas, actividad en la que el puerto de la ciudad jugaba un rol estratégico. Estas construcciones se destacan por reintepretar la estilística neoclásica que era la tendencia predominante en diversos puertos del mundo. Dichas tendencias fueron adaptadas a la realidad local por los carpinteros y artesanos del archipiélago que complementaron sus habilidades con las de constructores europeos que se radicaron en la zona. Esta mezcla de culturas dio origen a una expresión única de arquitectura civil en madera que hoy reconocemos y valoramos como patrimonio cultural.
Declaración de Zona Típica
El año 2000 la calle Centenario de Chonchi es reconocida como Monumento Nacional en la categoría Zona Típica por su valor histórico, arquitectónico y urbanístico, entendiendo que representa una “tipología particular del urbanismo chilote” y constituyen la expresión material de la cultura constructiva de la época que ha trascendido hasta nuestros días.
Dicha denominación se gestionó en base al Registro del Patrimonio Arquitectónico de 1999, desarrollado por Rojas, Berg y Olivares.
La condición de Zona Típica, que afecta a todos las propiedades incluidas en el polígono declarado, implica que cualquier intervención, u obra nueva que se quiera realizar en alguna de esas propiedades debe tener la aprobación del Consejo de Monumentos Nacionales, organismo dependiente del Ministerio de Educación que tiene el rol de velar por la conservación de todos los Monumentos Nacionales del país.
Del libro “Levantamiento crítico eje Centenario” que se puede descargar desde la “biblioteca”.